La IA en la música no es el futuro, es presente

Inteligencias Artificiales tocando música. Imagen creada con leonardo.ai

Probablemente este blog se esté escribiendo desactualizado. Las IA están evolucionando de una manera increíble, y seguirles el paso es tarea casi imposible.

Ésta semana tuvimos la grata noticia de un nuevo single de The Beatles. Pleno 2023, separados hace 53 años y con media banda fallecida, los Fab four nos regalaron un nuevo (viejo) tema. No escapó a la polémica por la intervención de la inteligencia artificial del cineasta Peter Jackson llamada MAL (no por malvada, si no por las siglas en inglés de “aprendizaje automático de audio”). Ésta IA ya se había utilizado anteriormente por The Beatles en el documental Get Back de Disney, y en el remix de Revolver lanzado el año pasado.

Lo explico un poco: hay muchas formas de intervención de las inteligencias artificiales en la música. Muchas de ellas ya al alcance de cualquier usuario. En el caso puntual de MAL, está entrenada básicamente para separar pistas de un audio ya mezclado. De cierta manera interpreta cada sonido según la frecuencia en la que se mueve, y luego las separa en pistas diferentes. Actualmente tenemos a nuestra disposición algunas herramientas que realizan esta tarea (imagino que mucho menos potentes que MAL, pero que nos pueden servir), como por ejemplo Moises.ai o LALAL.ai.

Ejemplo de cómo trabaja MAL Audio Software.

La historia está contada en un hermoso documental que lanzaron para promocionar el single: Entre 1977 y 1978 John Lennon grabó una cassette casero con algunos temitas con una etiqueta que decía “For Paul”, el cual tenía cuatro canciones: Real Love, Free as a Bird, Grow old with me y Now And Then. En 1994 la viuda de John, Yoko Ono le dió el cassette a los Beatles para que la utilicen en su serie Anthology. Con ella produjeron Real Love y Free as a Bird, pero Now and Then tenía muy mala calidad y se desistió (Grow old with me quedó descartada porque fue grabada y publicada por John en 1984 en su álbum Milk and Honey).

Videoclip oficial de Now and Then, dirigido por Peter Jackson.

Ahora, gracias a MAL se pudo separar la pista que contenía la voz de John y un piano para posteriormente limpiarla, y es así como se pudo completar la grabación con una guitarra de Harrison grabada en el 94 y el bajo, voz y batería de Paul y Ringo grabados en el 2022. Esa es básicamente la historia de la nueva canción de The Beatles.


La otra cara de la moneda

A ésta altura del año creo que todos estamos familiarizados más o menos con las cosas que se pueden hacer con ayuda de herramientas de inteligencia artificial. Desde que se popularizó el modelo de generación de imágenes a partir de texto Dall-E en el 2021 no han parado de salir herramientas de todo tipo a nuestro alcance. Una verdadera revolución que se está dando de manera rapidísima.

Hoy en día mis alumnos del secundario utilizan ChatGPT o Bard como los de nuestra generación utilizaban con asombro la enciclopedia Encarta, y muchas apps y redes sociales implementan IA para su uso como ese text to speech con voz de centroamericano tan popular en TikTok que es una suerte de evolución del viejo Loquendo. Sólo por nombrar algunos ejemplos de uso diario de Inteligencia Artificial dirigido al usuario masivo.

Rápidamente surgen los miedos: ¿La IA nos dejará sin trabajo?. No quiero ser pesimista, pero muchas tareas seguramente serán automatizadas en un futuro cercano. Los bots con IA son cada vez más precisos y recientemente OpenAI (la empresa detrás de ChatGPT) lanzó una opción para que empresas entrenen sus propios modelos. Así que no se sorprendan cuando en un par de años los call centers cierren porque la atención al cliente telefónica sea 100% mediante inteligencia artificial…

A nosotros como artistas no nos resulta ajeno el problema, los debates en torno del uso de IA ya están planteados.

Por un lado el debate filosófico sobre “qué es el arte”. ¿Es arte algo generado por una máquina y no por el ser humano? Un test de Turing en sí mismo.

También se discute sus infracciones sobre derecho de autor, de imagen, plagios, etc. Aquí tengo varias posturas dependiendo del caso. Ya se está discutiendo esto en varios países a nivel legislativo.

En torno al derecho de autor la discusión gira principalmente en torno a cómo son entrenadas esas inteligencias artificiales. Estos modelos aprenden en base a información previamente creada por el ser humano.

En el caso del arte (plástico, sonoro, literario, etc.), hablamos de obras que en su mayoría tienen derecho de autor. Por eso cuando le pedimos a Midjourney una imagen con “estilo Studio Ghibli” o “estilo Pixar” es capaz de interpretar lo que queremos como resultado y nos devuelve algo bastante similar.

En modelos de generación de música estamos hablando de algo parecido (aunque la tecnología está claramente un pasito por detrás de la generación de imagen): a MuseNet, por ejemplo, se le puede pedir una melodía del estilo de algún compositor, y genera algo que podría haber sido compuesto por ese compositor.

Aquí particularmente no veo un problema de derecho de autor, y no creo que deba ser el punto de debate. Y les digo porqué. Nosotros, los seres humanos que intentamos hacer arte, también aprendemos desde que nacemos a partir de obras ya creadas. Absolutamente nadie crea algo de la nada misma. Es por eso que a los compositores les pasa de componer una canción que creen completamente original, y cuando se la muestran a alguien se dan con la devolución de que se parece a otra canción. Es más común de lo que se imaginan.

Sí me parece abusivo tal vez el uso de la clonación de voz. ¿Que qué es la clonación de voz? Dicho en criollo, es el uso de un timbre de voz, cual disfraz, encima de otra voz. Es así como se consigue que Charly García de los ’80 cante una canción del año 2002.

Hace unos días fue noticia el enojo de Bad Bunny y su reclamo a sus seguidores por viralizar en redes sociales una canción hecha con su voz, pero en la que no participó. Fue hecha con clonación de voz sin haber dado su consentimiento.

Ya hay antecedentes de esto. A principios de año, también por redes sociales se difundió una supuesta colaboración entre Drake y The Weekend. Todo falso. Había sido creada por IA. En este caso el tema fue distribuido a Spotify y Apple Music, y tras las denuncias de Universal Music Group (dueña de la distribución de ambos artistas) se lo bajó (pero fue un éxito casi inmediato).

El enojo y reclamo de Bad Bunny a sus seguidores en su canal de WhatsApp.

Algunos artistas no lo ven con malos ojos. Eladio Carrión, por ejemplo, comentó cuánta gracia le hizo la modificación de la letra de una canción suya, “Si la calle me llama”, que se volvió meme. Sí, la popular “Mi primera chamba”. El artista incluso incorporó la letra modificada a sus conciertos.

Quiero aclarar algo. Me parece fantástica esta tecnología y los alcances que puede tener en su uso. Hace un tiempito salió un disco póstumo de Mercedes Sosa, Mercedes Florecida, el cual utiliza grabaciones descartadas de la Negra junto a la voz de otros artistas (muy buen disco, por cierto). Y con unos amigos imaginamos la posibilidad que tienen las discográficas (o quienes sean dueños de los derechos de imagen de artistas fallecidos) de lanzar discos póstumos con ayuda de herramientas de clonación de voz. Sí, claro, está la cuestión ética del uso de imagen de alguien que murió, pero ¿a quien no le gustaría escuchar un nuevo disco de Soda Stereo con voz de Cerati? Es muy tentador para las discográficas. Zeta ya anunció que tienen un material inédito para lanzar el año que viene, pero aparentemente no involucra IA. Sería cuestión de que los artistas den su consentimiento antes de morir, supongo.

Hay quienes ya están vendiendo su derecho de uso de voz, como la artista Grimes (la ex de Elon Musk), quien lanzó un sitio web para poder utilizar su voz en proyectos musicales particulares y luego distribuir desde allí mismo a las plataformas de streaming. El acuerdo que propone es ser acreditada como colaboradora y se lleva un 50% de regalías.

Hay que estudiar todos los grises ($). No hace mucho, los actores de Hollywood estuvieron de huelga, la más larga de la historia. Justamente uno de los reclamos era que en algunos contratos de los grandes estudios está intentando incorporar una forma de contrato en la que los actores autorizarían el escaneo de su rostro para utilizar por deepfake de manera indiscriminada, aún ellos muertos, pero con un pago por única vez.

Con la música y la clonación de voz está peligrando la misma cuestión. Las grandes corporaciones apropiándose de la imagen de otro y lucrando con eso es uno de los grandes riesgos. Me parece que debemos poner gran atención en esto.

Habrá que adaptarse. Las IA llegaron para quedarse. Ya está pasando, y los cambios en la industria creo que serán muy grandes en un corto plazo.

Soy bastante entusiasta de la tecnología, y me emociona que gracias a la inteligencia artificial podemos tener una nueva canción de The Beatles. Pero no por eso deja de preocuparme el futuro, tanto laboral para los artistas, como cualitativo para el oyente. Un futuro en el que las listas de música estén lideradas por canciones hechas completamente por una máquina totalmente sin sensibilidad es nuestro Skynet. Espero que ese no sea el camino.


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4 respuestas a “La IA en la música no es el futuro, es presente”

  1. Amigo, la verdad que la no podemos ir contra la tecnología. Albert Einstein decía alla por principios del siglo XX que cuando la tecnologia llego para quedarse. En este caso la I.A podrá llegar a la música y “perfeccionarla”. Ir a tempo, no perder el ritmo e incluso cantar como cualquier artista. Pero no tendrá nuestra Pasión. Una interpretación perfecta, sin alma. La música es vida, la música es todo

  2. Magnífico análisis amigo querido… Por mi parte coincido totalmente en tus apreciaciones, y agrego que es un inútil intentar detener el avance de las IA, tendremos que reinventarnos como artistas y aprender a utilizar estás herramientas a nuestro favor… Calculo en un futuro no muy lejano que la música en vivo con músicos reales será algo vintage, que solo algunos hipsters caprichosos se verán interesados en escuchar, de la misma manera que hoy volvieron los discos de vinilo y el gusto por lo retrom

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