Con motivo de su próximo lanzamiento de estudio, charlé con David Brito, de la banda de hardcore punk Brutal Represión y me contó sobre su música, sus proyectos y la escena de la música en vivo de Tucumán.
-David, contame como surge Brutal Represión.
-Empezamos más o menos en 2016. Formábamos parte de otras bandas. El cantante se separó de su banda, Gente Tóxica y los demás que también veníamos de otra banda Los Mayordomos, comenzamos a juntarnos a sacar temas. Nos formamos con ellos, Los Mayordomos, y empezamos a tocar punk y a andar en la movida.
Íbamos mucho a San Miguel porque teníamos como la necesidad de salir y era decir “vamos a ver qué onda”. Pero nosotros éramos pendejos y no conocíamos a nadie de la escena. No teníamos dónde tocar porque no conocíamos ni lugares, ni personas, ni nada. Pero de a poco conocimos gente de nuestra edad que estaba en la misma que nosotros, que tenían bandas que recién empezaban. Y fue así que empezamos a armar una movida entre nosotros mismos, realizando recitales autogestionados.
Y así fue. El cantante y el batero que venían de Gente Tóxica, y el guitarrista y yo que veníamos de Los Mayordomos. Al principio nos juntábamos a ensayar, sacar temas y todo. Tocamos varias veces sin nombre porque todavía no consensuábamos uno.
Y como hacíamos temas con contenido social, y aparte en esa época, 2016, en internet leíamos noticias todo el tiempo que hubo represión en tal lado… Me acuerdo que vimos varias noticias de eso, y nos quedó danto vueltas en la cabeza y bueno, hasta que decidimos llamarnos así.
-¿Podemos decir entonces que el punk los unió a ustedes?
-Sí, sí, exacto. Ya era la música que escuchábamos y tocábamos antes de ser Brutal Represión.
-Y ahora que ya tienen un circuito más o menos establecido, hicieron contactos aquí en la provincia y conocen la movida tucumana, ¿a qué le canta el punk tucumano? ¿qué denuncia?
-El punk siempre le cantó a la desigualdad. Denuncia la pobreza, la marginalidad, a las injusticias y a todo lo que provocaba eso. Los Violadores le cantaban a la dictadura, los Sex Pistols a la corona británica. Nosotros le cantamos a lo mismo, sólo que por ahí la diferencia es que antes habían como instituciones más definidas a quién cantarle.
Igual también hay que mencionar que de un tiempo para aquí el punk también se convirtió en un género musical en sí mismo, dejando de lado muchas veces su génesis ideológico y sólo toman el punk desde su sonido. Así podemos encontrar bandas que le cantan al amor o tienen otro mensaje, que no está mal tampoco.
-A veces dicen algunos que eso sería apropiación cultural, ¿qué opinás?
-Y no, pienso que está bien. También está el otro ejemplo, de música que no necesariamente tiene un sonido punk, pero el mensaje es recontra punk. Capusotto con Violencia Rivas es un poco una parodia de eso. El personaje hace canciones lentas, onda Palito Ortega, pero con contenido ultra punk. Sí, un poco se mofa de eso y es gracioso, pero lo que quiero decir es que es punk por más que no se escuche como tal.
-Hay quienes piensan, por ejemplo que Charly tuvo su etapa Say No More fue su etapa punk, sólo por su estética.
-Sí, pero más que nada era por un prejuicio. Para los medios de esa época estaba en su etapa punk porque estaba consumido, y lo asociaban con la imagen que había dejado Sid Vicious. Con todo eso era como que el prototipo del punk, un drogadicto que hacía lo que quería y no le importaba absolutamente nada más. Y como que no lo veían tampoco desde el contenido social ni de nada.
Incluso hay personas que hacen punk y que tienen ideología bien marcada dentro del punk, que critican el hecho del consumismo, tanto capitalista como el de las drogas, del alcohol. La postura es: vos estás luchando contra el sistema haciéndote mierda. Como que está siendo también parte del sistema, le estás haciendo el juego. Y hay, claro, otra corriente que es el no future, que es el de Sid Vicious, que es de la corriente de los ’70s, que era “como es todo una mierda por cómo estamos viviendo, así que bueno, mejor nos matemos nosotros antes que nos mate cualquiera. Así que hay como varias ideologías bien marcadas, que está bueno para para estudiarlo y para debatirlo.
-¿Y ustedes como banda tienen una ideología bien marcada entre todos, o está individualizada y cada uno tiene su postura?
-Y nosotros con la formación en la que estamos es como que manejamos los mismos pensamientos, la misma ideología, las canciones con el mismo contenido social. Tenemos un mensaje marcado en nuestra música.
Igual ya después de 8 años juntos nos tomamos la libertad de hacer temas, no sé, de desamor por poner un ejemplo, pero siempre desde nuestra perspectiva. Ya lo manejamos dentro de nuestro estilo, ya lo tenemos afianzado.
-¿Podríamos decir que no se consideran puristas? ¿se permiten jugar con otras cosas con otros tintes musicales?
-No, no nos consideramos puristas. Le metemos hardcore, pero también hacemos algo más melódico. Hasta en los últimos temas estamos jugando un poco con el grunge. Igual nos mantenemos en esa órbita, aún no hicimos algo por fuera de esos géneros que en el fondo están relacionados.
-Está bueno, no se cierran entonces a hacer otras cosas.
-No, no, ni ahí.
-¿Tienen alguna banda de referente?, ya sea de las históricas, internacionales, nacionales o alguna actual acá en Tucumán.
-Y bueno, nosotros hemos pegado onda primero antes de ser banda, porque nos gustaba más o menos las mismas bandas. Las internacionales que son Ramones, The Clash, No Effects… y entre las nacionales Cadena Perpetua y Eterna Inocencia nos gusta mucho.
Eterna Inocencia tiene un mensaje fuerte de autogestión, y eso también nos motivó a hacer cosas. Nosotros hacemos fanzine, hacemos nuestra propia gacetilla, hacemos nuestros propios recitales… todo eso es como que hemos adoptado del mensaje de ellos. Haciendo todas esas cosas es como se hicieron conocidos. Son un referente más allá de lo musical.
Y de acá de Tucumán, Volstead, que ya han cumplido más de 20 años. También empezaron así de manera autogestionada, en una época en la que no había internet. Hacían sus fanzine con sus letras o explicando de qué se trataba la banda y la mandaban por correo postal con gente de Chile, con Inocencia de Buenos Aires que también estaban arrancando. Se intercambiaban cassettes y todo eso, y fueron formando como una red. Hoy es eso te lo facilita mucho las redes sociales.
-Hablando de autogestión, y sabiendo que en Tucumán la cosa se maneja así, no hay una cultura marcada de management, por ejemplo… ¿cómo se relacionan con las reglas de la industria?
-Siempre se utiliza la herramienta que se tiene a mano. Por ahí está la idea equivocada de que porque hace punk, no sé, uno se va a escuchar sólo. La cosa es el cómo. Yo creo que el trabajo de autogestión en sí es lo que cuenta, mostrando lo que vos mismo has autogestionado, lo que vas logrando hacer. Y bueno, a eso mostrarlo como la comunicación alternativa, que no es el medio alternativo de comunicación que se usa para comunicar, sino que usa los medios normales. Lo alternativo es el mensaje que se da.
-Lanzaron Infierno de Hoy, el primer corte de su próximo disco. ¿El primer material que lanzan?
-Tenemos un demo en vivo que lanzamos en 2019. Está publicado en YouTube. Pero de estudio sí, es el primer material.
-Sobre el material que están grabando. ¿Tienen algún álbum o disco de referencia para su EP?
-Son muchos los discos de referencia, principalmente de las bandas que antes te nombré. Pero fundamentalmente tomamos como referencia sonora un disco de Bad Religion que es como icónico para nosotros, y lo utilizamos para tratar de lograr una mezcla y mastering similar.
Y después discos de Blink-182 o Green Day, en cuanto al concepto melódico que tratamos de darle a nuestro material.
-Volviendo a lo de la autogestión. ¿Cómo se mueven con la tecnología, redes sociales, el streming? Sé que vos sos el que se encarga un poco de esa parte. ¿Sos de investigar, de interiorizarte, o capacitarte, o se va dando todo sobre la marcha?
-Ahora con el nuevo material que estamos sacando trato de investigar, de leer cosas de manejo de las plataformas y eso. Al demo anterior sólo lo subimos a YouTube. Al nuevo corte lo lanzamos en las plataformas, a Spotify, que no teníamos idea. Así que se lee o se pregunta porque hay mucha bandas que ahora también están en la misma, así que capaz que uno sepa una cosa y le pregunta. Como que hay camaradería, hay cooperación en ese aspecto.
La cooperación es en todos los sentidos de la autogestión, más allá de la tecnología. Por ejemplo hay algo en la escena tucumana que se sigue haciendo, que se sostiene y que está bueno, que es que cada banda va, no todas, pero varias llevan su propia feria. O sea, hacen llaveros, remeras, discos y los llevan a los recitales. Lo ponen en una mesa, viene gente y te compra. Y bueno, para recuperar la plata más que nada. Recuperas lo que has invertido, no es para hacerte rico y nada de eso.
-¿Tienen una base de fans que les compran el merch?
-Más que fans son amigos que te hacen el aguante y escuchan tu música. A veces ellos mismos tienen otra banda y cuando hacemos fechas en conjunto como que sus amigos te escuchan y te van conociendo. El circuito en Tucumán es muy chiquito y nos conocemos entre todos.
-Cambiando de tema, ¿cómo se llevan con las nuevas tendencias musicales? Me refiero a los géneros urbanos que son hoy por hoy lo mainstream, como el trap, el reggaeton, que por ahí son totalmente opuestos al punk, desde la estética hasta en el mensaje.
-Cero conflictos. Sí es cierto que cantan al consumismo, y esa cuestión, pero también hay vaguitos que cantan trap con muchísimo contenido social en su mensaje. Es más, nuestro guitarrista también escucha trap. Pasa también con el reggaeton, que en sus orígenes allá por los ’90s estaba muy relacionado con el rap y contaban todo lo que les pasaba. Después bueno, metió mano la industria. Hasta con el rap, en EEUU surge como un género que denunciaba la marginalidad, la venta de drogas, etc, pero después fue mutando. Pero eso no nos afecta a nosotros, cero drama, estamos en otra. Aparte cada artista hace la música que quiere y eso está bueno también.
-Un poco ya has comentado tu experiencia, pero te consulto, ¿cómo ven el circuito de música en vivo en Tucumán? Ya sea en el ámbito público como privado. ¿Algo que les gustaría que cambie o mejore?
-Particularmente en lo que es el punk, hay muy pocos lugares para tocar. Siempre fueron lugares específicos y de a poco van cerrando. Por ejemplo Robert Nesta parece que está por cerrar, y era de los pocos lugares que teníamos. Y otros lugares como bares no te dan lugar por el tipo de música que uno hace, o directamente uno no quiere tocar porque la gente que va no es el público objetivo de uno.
Y también sufrimos lo mismo que otras bandas de otros géneros: locales que te quieren cobrar para tocar, no tienen sonido, o no te quieren pagar si no llevas gente. Esas cosas creo que todos las sufrimos por igual.
Y con los eventos públicos siempre pasa que porque hacemos punk nos mandan en horarios donde no te escucha nadie. Pasó con los chicos de Barrio, por ejemplo, que en la Fiesta de San Antonio los mandaron a las 15.30 un jueves, y la flyer del evento decía que empezaba a las 16hs.
Esas cosas creo que deben cambiar. Es verdad que aquí en Tafí, por ejemplo, tenemos la Casa de la Cultura. Te la ofrecen, no lo vamos a negar, pero no están contemplando que hay tipos de bandas que no te pueden hacer un teatro. El público va a querer saltar o tomar algo, ¿entendés? Estaría bueno que se abran más espacios contemplando a todos los estilos, porque algunos quedamos fuera.
-Para terminar, David, ¿algún mensaje para una banda o músico que recién está arrancando con el punk?
-Uy, no soy bueno dando mensajes positivos… ¡Jaja! Sólo les digo que se animen. Que muestren lo que tengan para mostrar sin estar fijándose en lo de los demás. Que hagan la suya, hagan su camino. Las cosas de a poco se van a ir dando.
Brutal Represión está integrado por:
– Ema Godoy: Voz y guitarra.
– Juan Álvarez: Voz y guitarra.
– David Brito: Bajo.
– Nachilo del Valle: Batería.
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