Las guitarreadas no son para los bares

Guitarreada

Estimado colega músico: sé que una de las cosas más lindas de la música es compartirla con amigos en una zapada entre algunas cervezas o tal vez una rica comida, mientras nos reímos de anécdotas y algún cuento que narra el más extrovertido del grupo. Son hasta necesarias, porque ahí es donde se empiezan a foguear los músicos nóveles. Aquellos que recién están empezando a tirar un par de acordes en la guitarra y tratan de seguir a los más experimentados que ya tienen escenarios es su espalda, cuando tocan alguna chacarera o zamba popular. Sé que es una experiencia sumamente socializadora que marca a fuego los lazos de amistad para los que amamos la música, casi tanto como compartir un fútbol 5 con amigos, si se quiere hacer un paralelismo no musical.

Además son un “planazo” para cuando uno está corto de plata pero quiere encontrarse con los amigos. Se puede armar una guitarreada en el fondo de una casa, en la galería, o en el comedor si hace frío . Se cocina algo o se hace la vaquita para el delivery y listo. Se pasa una hermosa noche (o día, por supuesto) coreando “Zamba para olvidar”.

Así es. En la casa. No en un bar.

Hay excepciones según el contexto, por supuesto. Muchos nos quedamos a guitarrear alguna vez cuando la peña terminó o el bar cerró porque justo nos encontramos con otros colegas a los que no vemos frecuentemente, y el dueño del bar nos deja usar las mesas para amanecernos ahí entre canciones, pero ya sin público.

Me explayo un poco querido colega: recientemente apareció en Tucumán una peña (tal vez haya alguna más, pero sólo vi una) al estilo de aquella famosa casona de Salta, en la que no se cobra derecho de espectáculo ni entrada, no hay escenario ni equipo de amplificación, y los músicos van a compartir a la vuelta de una mesa y pasar hermosos momentos de amigos con su guitarra, charango, bombo, violín, quena, o cualquier instrumento portable, rodeados de gente que va a comer y canta junto a ellos.

¡Parece una idea buenísima! Mirá, a todas las cosas lindas que tiene una guitarreada, sumale que te escucha otra gente y te aplaude. Si recién estás arrancando como músico o cantante, te viene de diez esa exposición para ganar cancha ante el público.

¿Entonces qué puede estar mal en esto? Hay un detalle que no mencioné. A los músicos no les pagan por cantar frente al público del bar. Y algo que quede claro: la consumición no es una forma de pago.

Usted tal vez dirá: “Pero los músicos van a tocar por cuenta propia…”. Y sí, lamentablemente, muchas veces ni siquiera el músico valora el aporte cultural que realiza con su propio trabajo. “Pero Esteban, no están ‘trabajando’. Vinieron a guitarrear entre amigos nada más…”. Está perfecto estimado músico o cantante. La música no siempre tiene que ser trabajo. Podemos disfrutar de ella entre amigos sin cobrar un peso, ¡y está bien!. Pero si estamos perjudicando a otros que sí viven de la música, hay algo que no me cuadra. “Ay Esteban, ¿a quién podemos perjudicar cantando y tocando en un bar?”. Muchos músicos viven de las actuaciones en vivo. Sabemos que el circuito de escenarios en Tucumán es cada vez más reducido, y aunque aún hay públicos para todos, veo peligroso que se marque un antecedente de ésta moda y se abran más locales bajo la modalidad de “vení, hay micrófono abierto, no cobramos entrada…”, perjudicando así a los que deben cobrar (músicos y locales) para poder costear el espectáculo en vivo.

Sí, a veces pasa que caemos a un bar con amigos, aparece una guitarra y se arma la cantada de manera espontánea. El problema surge cuando el bar se promociona en sus redes sociales como “peña”, sube videos de esos momentos haciendo hincapié que es propio de ese bar y de su oferta al público. Entonces ahí el bar está recibiendo un beneficio directo y planificado, sin pagarle al músico que tiene que comprar cuerdas, batería, pagar traslado, ¡pagar su consumición en el bar! (y miren que ni siquiera menciono el pago de impuestos que beneficien a autores y compositores, que será tema de otro blog…).

Es por eso, querida música y querido músico, que te comparto esta opinión para problematizar ésta situación y tratar así de hacerte reflexionar. Valore su música, colega. Si está recién arrancando, puede armar una guitarreada en su casa o en la de un amigo. Le aseguro que la van a pasar re bien aunque no suba fotos al instagram en el bar de moda. Y si lo que quiere es tocar frente al público para ir adquiriendo experiencia, acérquese a alguna peña o bar que brinde espectáculos en vivo (le prometo que no estoy promocionando ninguna peña, ni tengo ningún interés comercial ni afectivo que condicione mi opinión personal). Pregunte las fechas disponibles y organice una noche. Ellos le van a orientar cómo hacerlo, no les cierran las puertas a nadie. De paso va aprendiendo un poco de autogestión, además de ser remunerado por el fruto de sus ensayos. ¿Aún no se anima a armar una noche en una peña? Bueno, póngase en contacto con algún artista o banda en las redes sociales y propóngale telonearlo o hacerle soporte. Le aseguro que su ofrecimiento será más que bien recibido. De paso empezará a construir un valioso networking que le servirá a futuro.

Me gustaría leer su punto de vista al respecto. Está invitado, querido colega, a comentar este blog. También a usted lector casual que tal vez no es músico, pero que llegó a éste artículo. Comente con total libertad, que estoy ansioso por leerlo.

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18 respuestas a “Las guitarreadas no son para los bares”

  1. Muy buen análisis!! Los dueños de los bares siempre quieren ganar a costas de los artistas, en este caso una “peña” donde se guitarrea y el único que gana en realidad es el dueño. Muy buenos consejos le tiras para los que estan empezando !!!

  2. Totalmente de acuerdo. Hay un solo beneficiado en este contexto y está claro. Si. El q factura. Los jóvenes quieren divertirse y esto viene como anillo al dedo. Lamentablemente en su afán x divertirse se perjudica a otros músicos. Falta de ente regulador, gremios, etc. etc. Posibilitan estas cosas.

  3. coincido. Además que acostumbras a los dueños de bares a no pagar, también acostumbras a la gente a shows de baja calidad. independientemente del talento de cada uno que puede ser mucho, regular o poco, que es difícil de medir porque el arte es subjetivo, pero si hay kilometros de distancia entre un producto profesional al que no lo es. un show se prepara, se lo piensa, con sus dinámicas y silencios, la elección de canciones, etc. y esta gente, dueños de diversos emprendimientos, nos ven como un adorno, las condiciones tecnicas que brindan lejos del ideal, y encima no pagan. incentivan a la no profesionalización. seas que recién arrancas o ya Tenes experiencia, valorate y nos valoremos. que ellos no lo van a hacer, pero si cambiamos algunas posturas, a la larga, van a terminar cediendo.

    • Muchas gracias Patricio por tu comentario y punto de vista. Pienso igual y sobre la diferencia de calidad entre una guitarreada y un show pensado y preparado. A valorarnos entre nosotros. Saludos!

  4. Lamentablemente, amigo querido, en esta sociedad el artista no tiene un rol definido… Y están los que sacan ventaja de ese vacío de sentido para facturar a costa del esfuerzo y el talento de quienes invirtieron muchos años de su vida en cultivar su arte. Nadie le cuestiona a un médico o a un abogado cuánto debe cobrar sus honorarios… Y está bien… Pero el músico, el bailarín el actor o el muralista también son profesionales del arte y la cultura… No debería ser eso igual de importante para la sociedad?
    Saludos.

  5. Estoy totalmente de acuerdo con todo lo expresado en este blog. Tengo amigos y músicos conocidos. Me gusta ir a escucharlos tocar a donde se presentan, pagar un derecho de espectáculo sabiendo que de eso pueden llegar a vivir algunos o tal vez no pero que se valore su música o espectáculo. El bar que hace esto de la guitarreada de amigos sale altamente beneficiado sin dar un mérito de absolutamente a los que sin profesionales o bien se están iniciando en el mundo de la música

  6. interesante el texto. yo creo que estamos de acuerdo en que la guitarreada puede servirle al músico novato. ahora bien ¿qué es un músico novato? ¿qué es un buen músico o un mal músico? ¿quién o qué define si se tiene que pagar poco o mucho por tal espectáculo? ¿todos los artistas merecen la misma paga y el mismo trato? al recordar el importante hecho de que el arte tiene un componente SUBJETIVO importante, creo que la oferta y la demanda tienen mucho qué aclarar sobre qué vale o no vale un show musical. yo creo que está en la subjetividad de cada artista el ver qué puede cobrar por su show y cómo exponerse. después estoy de acuerdo en que si queremos crear un mercado saludable donde poder tocar y tener ingresos con nuestro trabajo artístico, depende mucho de cómo nos movamos en el ambiente y que apoyemos a los locales que SI te pagan lo que corresponde, ya sea con la difusión o pagando la entrada del show de los nuevos artistas, incluso si no sabemos quienes son. pero repito: no es una ciencia exacta. la subjetividad tanto del artista como del consumidor y del dueño del local son cruciales, y nada de eso es predecible o tiene un cálculo exacto

    • Hola Fabrizio! Está bueno tu aporte. Totalmente de acuerdo con lo de la oferta y demanda, que hará que una entrada por x artista cueste más o menos que otro. Gracias por dejar tu comentario!

  7. Mientras aporte a la cultura folklorica bienvenido sea.
    UN PUEBLO QUE CANTA ES UN PUEBLO FELIZ.
    Al fin y a cabo es lo que le faltaba a Tucumán. ( Un lugar para “gritarriar” tranquilo) nadie está obligado a nada.
    En “la escondida”por ejemplo si pagan a los músicos que van frecuente y es más se turnan. No sé si usted lo sabía. Saludos.

  8. Totalmente de acuerdo!
    Sin nombrar que muchos bares se acostumbra a ponerle el precio al artista. Cuando el artista es el q debe poner precio a su arte.
    Esto no pasa solo en Tucuman, pasa en todos lados. Saludos desde Catamarca

  9. Opino como amiga de músicos. Los he visto romperse el alma organizando y ensayando para cada show, gestionando arreglos remunerativos, los he visto desilusionarse después de cada entrevista en lugares que se afanan de “pagar” a los artistas, cuando lo único que les dan es un plato de comida y agua (en algunos casos una botella de agua saborizada). Eso que decís de el beneficio directo y planificado del bar a costa del músico, es tan real!!! Aún en estos tiempos seguimos devaluando a la música, cómo sociedad fomentamos el amiguismo, creyendo y difundiendo el discurso de: ” es una juntada de amigos en el bar”. Cuando el pensamiento cambie, quizás podamos valorar más al artista que pasa horas, días, meses trabajando en su arte, llámese letra, acordes, arreglos y todo lo que implica la música. Gracias por compartir tu mirada. Espero de corazón que se valore más a quienes trabajan con el bello arte de la música. Abrazos.

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